Protocolo y Etiqueta en la Mesa


Me recuerdo cuando pequeña y cometía cualquier error en la mesa escuchaba que me decían, “necesitas el Manual de Carreño”, y yo toda malhumorada pensaba: ho!! Carreño, Carreño porque se te ocurrió escribir ese abominable manual. 

Pues si!, Manuel Antonio Carreño Muñoz, nacido en el 1812, Venezolano, político y escritor recogió en su manual las formas y las reglas más elementales sobre los buenos modales para relacionarse en sociedad. Su libro: “Manual de urbanidad y buenas costumbres” o “Manual de Carreño”, escrito por entregas en 1853, ha sido reeditado numerosas veces en muchos países de Latinoamérica y fue un libro de referencia fundamental para políticos, gente de alta sociedad y estudiosos de etiqueta, por diversas generaciones en el mundo. Aunque si muchos lo odian por que lo consideran demasiado rígido y con normas obsoletas, la verdad es que en Latinoamérica hoy día seguimos utilizado su nombre como referencia a las buenas costumbres, a la etiqueta y lo que en altos niveles se llama protocolo.

Visto que en una boda se pasa mucho tiempo sentados a la mesa, quería escribir sobre la forma correcta de comportarse en un banquete. Proyectando el articulo sobre las costumbres y buenas maneras en la mesa, como no pensar en Carreño. Así que me decidí a reeler sus sabias observaciones, decida el lector (o lectora) si estan pasadas de moda, si son odiosas o en cambio son dignas de ser seguidas.

  • Escribió Carreño: "La mesa es uno de los lugares donde más clara y prontamente se revela el grado de educación y de cultura de una persona" .. “...jamás llegará a ser excesivo el cuidado que pongamos en el modo de conducimos en la mesa”.

Escribió también, ...la mayor parte de los excesos y desaciertos en que se suele incurrir en las reuniones de mesa, tienen origen en el pensar, que en la mesa de familia puede usarse una amplia e ilimitada libertad. Tan absurda creencia conduce a prescindir de una multitud de reglas que, estando fundadas en los principios inalterables de la delicadeza, la propiedad y el decoro, pertenecen indudablemente a la etiqueta general... Cuando hemos contraído malos hábitos en la manera de manejarnos en nuestra propia mesa, es imposible que dejemos de deslucirnos en una mesa extraña, por grande que sea el cuidado que pongamos en aplicar unas reglas que no nos son familiares, y que por el contrario, estamos acostumbrados a quebrantar diariamente.
 

Algunas reglas o normas según el Manual de Carreño:

En la Mesa:
1.- No tomemos nunca asiento en la mesa antes que lo hayan hecho nuestros padres, o cualquiera otra persona de mayor respetabilidad que nosotros.
2.- Sentemonos a una distancia conveniente de la mesa, de manera que no quedemos ni muy próximos ni muy separados.
3.- No apoyemos nunca los codos en la mesa en el momento de comer y no incomodar a los vecinos con los mismos.
4.- No es elegante el dejar caer sobre las piernas una mano, ocultándola así de la vista de los demás, en tanto que se está haciendo uso de la otra para comer o beber.
5.- No nos reclinemos en el respaldo de nuestro asiento, ni nos apoyemos en el asiento de la persona que tengamos a nuestro lado.
6.- La actitud debe ser natural, pero decente; nada de movimientos marcados, balance, etc.
7.- Jamás nos pongamos de pie, ni extendamos el brazo por delante de una persona o hacia las que se encuentran en el lado opuesto, con el objeto de alcanzar algo que esté distante de nosotros, o de tomar o pasar un plato o cualquier otra cosa. Valgámonos en todos los casos de los domésticos, o de las personas que se encuentran a nuestro lado, cuando éstas tengan muy a la mano lo que necesitemos.
8.- Cada uno de los instrumentos y utensilios de que nos servimos en la mesa, tiene su manera de manejarse. La cuchara y el cuchillo se manejan invariablemente con la mano derecha; en cuanto al tenedor, tan sólo podrá manejarse con la derecha, cuando se tomen comidas que no necesitan ser divididas con el cuchillo.
9.- El cuchillo y el tenedor no deben sostenerse como se hace con un lápiz, sino que la mano debe quedar siempre sobre el mango.
10.- No incurramos nunca en la grave falta de llevar el cuchillo a la boca: éste no tiene en general otro uso que el de servir las comidas sólidas con el auxilio del tenedor, y el de cortar la carne u otro alimento.
11.- Respecto del tenedor y la cuchara, no introduciremos en la boca sino aquella parte que es absolutamente indispensable para tomar la comida con comodidad y aseo: teniendo el cuidado de que estos instrumentos no se rocen jamás con nuestros dientes, lo cual produciría un ruido sumamente desagradable.
12.- Jamás hagamos variar de puesto el pan, que se coloca siempre a la izquierda.
13.- Asiremos el pan con la mano izquierda y lo dividiremos con la derecha, sin emplear para ello el cuchillo.
14.- Al partir el pan, situaremos las manos de manera que las migajas caigan siempre dentro del plato en que estemos comiendo.
15.- Jamás separaremos de una rebanada de pan de un bizcochuelo, etc., una parte  mayor de la que hayamos de tomar en la boca. Es de mal gusto introducir pedazos de comida demasiado grandes a la boca.
16.- Es tan sólo propio de gente mal educada, el introducir en el café, en el chocolate, o en cualquiera otro líquido, lo que ya se ha llevado a la boca.
17.- Abstengámonos severamente de ofrecer a otra persona, las comidas que hayan estado en nuestro plato y el cubierto que hayamos ya usado.
18.- Por otra parte, por ningún motivo tomar algo de un plato ajeno, sólo a los enamorados o recién casados se les he permitido.
19.- No comamos nunca aceleradamente ni demasiado despacio; lo primero haría pensar que procurábamos ganar tiempo para comer como glotones y nos impediría tomar parte en la conversación, y lo segundo imprimiría en nosotros cierto aire de displicencia, y nos expondría a hacer el deslucido papel que hace siempre el que se queda comiendo solo.
20.- Son actos extraordinariamente impropios y groseros el aplicar el olfato a las comidas y bebidas.
21.- Prohibido vaciar los líquidos calientes que se sirven en tazas, en el pequeño plato que las acompaña, para conseguir que se enfrien.
22.- Prohibido sorber con ruido la sopa y los líquidos calientes, en lugar de atraerlos a la boca suave y silenciosamente, tomémoslas poco a poco y en partes muy pequeñas.
23.- No dejar en la cuchara una parte del líquido que se ha llevado a la boca, y vaciarla luego dentro de la taza en que se está tomando.
24.- No se debe tomar la comida por medio del pan, en lugar de emplear el tenedor o la cuchara.
25.- No recoger las últimas partículas del contenido de un plato por medio del pan o de la cuchara.
26.- Es una imperdonable grosería el separar del pan parte de su miga, para hacer pelotillas y arrojarlas a las personas o hacia cualquier objeto.
27.- Prohibido suspender el plato de un lado para poder agotar enteramente el liquido que en él se encuentre.
28.- No derramar en el plato el vino que ha quedado en el vaso, para poner en éste el agua que va a beberse.
29.- Prohibido hacer muecas o ruido con la boca, para limpiar las encías o extraer de la dentadura partículas de comida por medio de la lengua.
30.- No llevar huesos a la boca, por pequeños que sean.
31.- No hablar con la boca llena.
32.- Jamás bebamos licor o agua, cuando tengamos aún ocupada la boca con alguna comida.
33.- Siempre que nos veamos en la forzosa necesidad de toser, estornudar, procuremos ejecutarlos de la manera disimulada y que menos llame la atención de los demás, volvámonos siempre a un lado, para que jamás nos queden de frente las comidas.
34.- Muchas veces es imprescindible en la mesa el limpiarse el sudor, sobre todo en los climas cálidos; ejecutémoslo con tal delicadeza que apenas lo dejemos percibir de los demás.
35.- No olvidemos nunca limpiarnos los labios cada vez que advirtamos de no tenerlos completamente aseados.
36.- Cuando tengamos un motivo interior de tristeza, sobrepongámonos a él en la mesa hasta aparecer por lo menos atentos y afables; pues no es justo, ni delicado que vayamos en tales momentos a turbar el placer de los demás.
37.- Durante la cena ningún invitado debe dirigirse solamente a una persona, sino que su conversación debe estar dirigida a todos, de manera que la cena y la conversación resulten amenas y animadas.
38.- No arrojar al suelo parte de comidas o bebidas.
39.- No abrir la boca y hacer ruido al masticar.
40.- Es de mal gusto aplicarse maquillaje o peinarse en la mesa de comer.
41.- No hacer chirriar los cubiertos contra el plato.
42.- Es de mal gusto comer ruidosamente o haciendo gestos excesivos.
43.- Es de mal gusto hablar demasiado o en detalles de excentricidades personales.
44.- Para levantarnos de la mesa, esperemos a que se ponga de pie la persona que la preside.
 
El Servicio en la Mesa:
1.- El pescado no se divide con cuchillo, se hace con una paleta a propósito para este objeto.
2.- En algunos países se acostumbra cortar toda la carne y luego proceder a comerla usando solamente el tenedor, sin embargo, esto no resulta de buen gusto, lo mas correcto es cortar un pedacito a la vez.
3.- Cada plato al servirlo, deben ofrecer siempre una apariencia agradable a la vista.
4.- La sal y la salsa se toman con una cucharilla que acompaña siempre al salero y a la salsera; y el azúcar, con unas pinzas que acompañan al azucarero, cuando éste se presenta en forma de cubitos, de lo contrario se usará la cucharilla destinada a tal efecto. La sal puede tomarse, a falta de la cucharilla, con un cuchillo que aún no se haya empleado en ningún otro uso, no se toma con las manos.
5.- Sirvamos siempre los platos con delicadeza. No nos sirvamos nunca demasiado de ningún manjar. Aun en la mesa de familia, vale más servirse dos veces.
6.- No pongamos nunca en nuestro plato, ni a un mismo tiempo, ni sucesivamente, diferentes comidas que hayan sido preparadas para ser servidas separadamente.
7.- Es sobremanera impropio que nos sirvamos, o sirvamos a otra persona licor o agua, hasta llenar enteramente el vaso o la copa.
8.- Igualmente, al poner en una taza café o cualquier otro líquido, hagámoslo de manera que no llegue a rebosar.
9.- Cuando otra persona nos sirva licor o agua, luego que tengamos la cantidad que nos baste, se lo indicaremos por medio de la palabra, o bien levantando suavemente el cuello de la botella con el mismo vaso o con la copa. Y cuando seamos nosotros los que hayamos de servir a otra persona, hagámoslo sin precipitación, a fin de que podamos detenernos fácil e inmediatamente cuando ella nos lo indique, y no vaya a quedar en su vaso o en su copa mayor cantidad que la que quiera tomar.
10.- Siempre que pidamos algo a una persona que se encuentre en la mesa, emplearemos una frase atenta, como hágame usted el favor, tenga usted la bondad, etc.
11.- Cuando una persona nos pregunte si queremos tomar de algún plato o de algún licor para servirnos, cuando hayamos de contestar, daremos siempre las gracias a la persona que nos hace el obsequio de dirigirnos la pregunta.
12.- Al hacer circular un plato entre todos los circunstantes, cuidemos de poner en él un tenedor o una cuchara.
 
 
En un banquete
1.- Una persona que ha sido invitada a una cena, coctel o demás, hará bien en presentarse con un pequeño regalo para su anfitrión. Una caja de dulces, chocolates o flores para la anfitriona, o/y una botella de whisky, brandy, ginebra, vino para el anfitrión.
2.- Si somos nosotros a ofrecer el banquete, prepararemos de antemano todo lo que exija nuestra acción inmediata, a fin de que a la hora de llegar los convidados, nos encontremos enteramente desocupados para recibirlos.
3.- Al sentarse a la mesa, cada persona toma su servilleta, la desdobla y la extiende sobre las rodillas; teniendo presente que ella no tiene, ni puede tener, otro objeto que limpiarse los labios.
4.- Cuando se esté sirviendo de un plato a toda la concurrencia, no debe principiarse a servir de otro de diferente contenido.
5.- En la mesa debe sostenerse siempre una conversación ligera y agradable, que mantenga constantemente viva la animación y la alegría de la concurrencia. Están por lo tanto severamente prohibidas en ella las discusiones sobre toda materia, las disertaciones serias, las noticias sobre enfermedades, muertes o desgracias de cualquier especie, en fin, de toda idea que pueda preocupar los ánimos o causar impresiones desagradables.
6.- Nada hay tan vulgar ni tan degradante como el llegar a perder en sociedad la dignidad y el decoro.  La alegría de la mesa debe estar siempre acompañada de una profunda y constante discreción, porque el hombre bien educado jamás se entrega sin medida al abuso de los licores.
7.- Sería una grave falta por parte de los dueños de la casa, el empeñarse en hacer tomar a sus convidados mayor cantidad de licor que aquella que voluntariamente quisiesen.
8.- Es un signo de mala educación el mostrar en la mesa hastío, limitándose a probar de algunos platos y repugnando todos los demás. Las personas de buena educación, si bien no se exceden nunca en la mesa, tampoco dejan de tomar lo bastante para nutrirse; manifestando de este modo a los dueños de la casa que han tenido gusto y acierto en la elección y preparación de la comida.
9.- Sólo en las reuniones numerosas, y en todas aquellas que tienen algún carácter público, oficial o diplomático, están permitidos los discursos llamados brindis. Las personas que han de pronunciarlos, están naturalmente llamadas a ello por su posición particular respecto del objeto de la invitación. Es una insoportable incivilidad el pedir públicamente a una persona que pronuncie un brindis para el cual no esté preparada.
10.- Terminado un banquete, los concurrentes deben permanecer todavía en la casa media hora por lo menos, pues sería altamente impropio retirarse en el acto.
11.- Si la conversación es general, háblese bastante alto para ser oído de todos; y si hay varias conversaciones particulares, háblese bajo para no molestar a los vecinos en su conversación.
12.- Es imprescindible responder con presteza a una invitación, no hay nada mas descortés e indicativo de descuido el hecho de tener que esperar al ultimo memento para responder, ya sea en forma afirmativo o negativa, a una invitación.
13.- Un hombre debe ponerse de pie cuando una dama regresa a la mesa o al sitio de reunión. Si es un grupo bastante grande los único a ponerse de pie son los caballeros que se encuentran sentados al lado de la dama que regresa o acaba de llegar.
14.- Nunca debe apagarse un cigarrillo o desechar las cenizas en un plato o taza, para ello debe usarse única y exclusivamente el cenicero.
15.- No es correcto entrar en un restaurante o cualquier casa con un cigarrillo encendido.
16.- Durante cualquier conversación se debe procurar mostrar atención a lo que dice la otra persona.
17.- Es de mal gusto cuando se nos extiende una invitación, ya sea una cena, un buffet, un coctel o demás, llevar a otra persona que no sea de la familia inmediata. Sólo en una visita muy informal nos podemos dar el lujo de preguntar si podemos llevar una persona adicional.
18.- Si usted es una de esas personas de carácter jovial, que siempre estàn alegres, de buen humor y gustan de hacer chistes para alegrar a los demás, debe evitar reírse estrepitosamente o hablar demasiado alto. Sólo las personas en su mesa deben poder oír sus chistes o comentarios.
19.- Cuando un invitado se marcha, lo correcto es darle las gracias a la anfitriona, no solo por la cena, sino por el entretenimiento, la grata conversación y la grata compañia.

Por último "buen apetito" se dice o no se dice?, para saber la respuesta, leer aquí.


 Dijo Don Quijote a Sancho Panza: “Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie”. Don Quijote de la Mancha (Capítulo XLIII. De los consejos segundos que dio don Quijote a Sancho Panza ) de Miguel de Cervantes.

(Testo: Katty Resplandor)

Nessun commento:

Posta un commento

Condividere è bello!!!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...